Las recomendaciones que ofrecemos hacen parte de una revision publicada previamente en la Revista Duazary y que fue escrita por nuestro CEO para todos los estudiantes profesionales que desean entender de manera fácil y rápida las características que acompañan la construcción de la mayoría de los textos científicos.
La escritura científica es arte y ciencia que se perfeccionan a lo largo del tiempo con dedicación y destreza, tras escribir y revisar constantemente con pares académicos los manuscritos. Publicar es necesidad intrínseca de las ciencias, porque fomenta la educación continua, mejora la calidad en la práctica profesional y la construcción colectiva del conocimiento científico1.
Las principales características que debería tener un buen escritor son el asombro, la necesidad de búsqueda continua de los vacíos académicos, una excelente capacidad de síntesis, visión crítica constructiva y analítica para poder comunicar e interpretar resultados con validez, importancia, primicia y beneficio para el quehacer de los profesionales1,2.
Debemos recordar que los distintos tipos de artículos científicos cumplen una funcionalidad según su categoría de presentación3. En la siguiente tabla se resumirán las estructuras comparativas más relevantes de los tipos de texto más enviados a las revistas científicas.
Los casos clínicos exponen la información del seguimiento de casos raros o excepcionales en la literatura, que son de gran interés, pero de poca prevalencia. Las investigaciones originales tratan de resolver un vacío en el conocimiento: suelen ser producto de estudios de pregrado y posgrados o investigaciones financiadas. Las revisiones de tema son realizadas en su mayoría por académicos especializados que buscan sintetizar la información publicada de un tema en particular. La carta al editor tiene como finalidad realizar comentarios y análisis críticos sobre una publicación de la revista.
¿Cómo escribir el artículo?
Después de obtener los datos de su investigación, tenga en cuenta las siguientes claves para la construcción del artículo según la estructura que deba realizar:
El título: debe contener el tema central, ser conciso, usar máximo 15 palabras, evitar subtítulos, abreviaciones y palabras que no den información. Se recomiendan cuatro opciones para escoger un buen título, haciendo énfasis en el tema de la tesis, la pregunta central, destacar la controversia (vs.) o destacar la conclusión. Es ideal tener algunas palabras clave para aumentar la probabilidad de aparición en las búsquedas y así pueda ser referenciado el artículo2,4.
Los autores: el investigador principal debe aparecer de primero, preferiblemente. Es importante escribir el nombre completo sin iniciales, y al margen escribir las instituciones de trabajo, sin posiciones jerárquicas, y dirección postal o electrónica de quien servirá de referencia1,2.
El resumen: señala en el primer párrafo el objetivo o la hipótesis de la investigación; en el segundo párrafo describe la metodología utilizada, describiendo el diseño; sintetiza los resultados preferiblemente numéricos (tasas, porcentajes, proporciones) en el tercer párrafo y, en el cuarto, enuncia las conclusiones principales del estudio. No incluyas tablas, gráficos, figuras ni abreviaturas. Generalmente, el resumen tiene una extensión máxima de 250 palabras. Se recomienda escribirlo al finalizar la redacción del artículo para evitar discordancias1–3.
Las palabras clave: preferiblemente son mínimo tres y máximo cinco palabras, que ayuden a ubicar el tema principal y faciliten la búsqueda de la bibliografía. Es preferible utilizar términos de los Descriptores en Ciencias de la Salud (Decs)1.
La introducción: debe ser breve, concisa y responder a las siguientes preguntas: ¿Qué se conoce y cree del problema? ¿Cuál es el problema no resuelto o la pregunta de investigación? ¿Cuál es la hipótesis, la meta y los objetivos? La introducción tiene como fin presentar al lector el por qué se realizó el estudio y animarlo a leer el resto del artículo. Debe escribirse en presente y tres párrafos son suficientes1–4.
La metodología: describe con detalle el tipo de estudio, el diseño metodológico, la población, las consideraciones éticas, los materiales utilizados y su validación. Debe ser reproducible en otras situaciones similares, por lo que debe ser clara en cada una de sus definiciones, desde la concepción de la investigación hasta la obtención y la medición de los resultados1–5.
Los resultados: reportan los datos esencialmente numéricos obtenidos. Se presentan en tablas y figuras autoexplicativas que dan sensación de orden y disciplina. Son lo más importante del manuscrito. Menciona las pruebas estadísticas utilizadas y los resultados que fueron estadísticamente significativos para responder la hipótesis y al final, aquellos resultados negativos o no acordes a lo que se esperaba1–5.
La discusión: argumenta los resultados en relación con los objetivos originales y los estudios previos similares; plantea las limitaciones y las fortalezas del estudio, y la necesidad de futuras investigaciones. En últimas, resume el potencial o la importancia de sus hallazgos, y los cambios en la investigación o la práctica clínica que sus datos pueden respaldar. Es la sección más compleja de organizar e importante para asegurar la publicación, porque demuestra la habilidad científica del investigador. Se deben evitar las conjeturas, generalizar, inferir y extrapolar de manera injustificada teorías sin fundamento1–6.
Las conclusiones: interpretan en un nivel de abstracción más alto los resultados deducibles, sin repetirlos. No se debe confundir con el resumen ni la introducción. Dan lugar a consideraciones finales del estudio para la comunidad científica2.
Los agradecimientos:mencionan aquellas instituciones o personas naturales que, sin ser autores, ayudaron en la construcción, revisión o redacción del manuscrito o la investigación.
La bibliografía: debe presentarse según las recomendaciones de las revistas (normas Vancouver en su mayoría). Los descriptores de las referencias deben coincidir con los del título del artículo2.
Escribir un artículo científico es una actividad que requiere de paciencia, disciplina, y visión de publicación, porque de nada sirve redactar una obra literaria si no se pueden exponer sus resultados a la comunidad científica para hacer uso del conocimiento colectivo. Antes de redactar el artículo, se debe conocer la revista a la que se enviará el texto, porque su estructura y diseño se basará en la guía para autores que expone cada una.
Menos del 25% de los manuscritos que se envían son publicados por motivos de espacio, y existen muchos errores en los que podemos fallar.. Pero la asesoría de epidemiólogos para el diseño metodológico de la investigación, y la ayuda de correctores de estilo o editores de textos aumentan las probabilidades de publicación al pulir y organizar adecuadamente los manuscritos, además de servir como revisores externos que mejoran la calidad del artículo.
Publicar textos científicos es ahora una actividad que depende de la motivación, porque, como explicamos en este documento, existen normas y claves para la construcción del texto, personas especializadas que pueden ayudar en los procesos de investigación, redacción de artículos y publicación de los mismos en las revistas científicas.
Referencias bibliográficas:
1. Reyes-Ortiz C.. Recomendaciones para escribir un artículo científico. MedUnab. 2001;4(12):161-5.
2. Henríquez-Fierro E., Zepeda-González M. Elaboración de un artículo científico de investigación. Ciencia y Enfermería. 2004;10(1):17-21.
3. Villagrán A., Harris P. Algunas claves para escribir correctamente un artículo científico. Rev Chil Pediatr. 2009;80(1):70-8.
4. Chen M., Albuquerque F., Hirsch J., Tarr R. Improving the likelihood of manuscript acceptance; a primer for trainees and young investigators. J NeuroIntervent Surg. 2015;9(2):115-6.
5. Alexandrov A. How to write a research paper. Cerebrovasc Dis. 2004;18:135-8.
6. Llanos G., Reyes C. La alegría de publicar 4. Los cien pecados de la presentación de artículos científicos. Colombia Médica. 2002;33(3):138-40.
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